Las nubes se aman,
se miran y se rozan,
juegan y lloran,
dan luz y la quitan.
Las nubes se aman,
vuelan suaves,
susurran tímidas,
se sonrojan
y se escabullen.
A veces se amoldan
mostrando
formas y fondos,
caras y cosas.
Se unen y dividen,
se ven a veces
y a veces no,
volando sin saber
lo mucho que se aman.
A ratos cubren con su
voz
el crepúsculo otoñal,
soplando la hoja seca
que su pasado mirará.
Danzan con pasión
mientras roban
aplausos
de atónitos arboles
que sacuden con vigor
sus frondosas copas.
Se arrullan y ríen,
juegan mientras se
ven,
soplan frío y calor
y de blanco ropaje
se abrazan
y se aman.
De lo alto muestran
su amor
desconocido y
silencioso
que llora y da vida
que cae y florece.
De lo alto miran con
dulzor
y si de mi dependiera
pasaría una vida