La calma rebota por
cada rincón de este barco
por cada quijada
recorren treinta caballos
por cada canto cae
una gota
Mi cielo gira en
torno a los rebuznantes bambúes
que de verdes poco
tienen
y sólo llaman a aquel
que de mi
alimentarse desea
Alimentarse de mi
calma tal vez
de mi tibia alegría puede ser
quién sabe si tan
sólo busca coger un ramo
de las nubes de mi
ayer
Si de ayer sólo
quería
de hoy sólo merezco
Y ese merezco con modestia lo digo
para que tú, cazador
de almas,
no vengas y cojas de
improvisto
este momento en que
los peces
son los que desean
volar
y poder venir a verme
GAMO
No hay comentarios:
Publicar un comentario