sábado, 7 de diciembre de 2013

Lianas

Caen sin propósito del cielo, en un cuarto vacío
unas cuantas lianas descolgadas de un recuerdo,
de aquel lleno de rebosantes imágenes y aromas
autografiados por acaramelados trazos de tu piel.

Las siento colgar, con mis párpados cerrados
las siento golpear mi frente, mientras duermo
y sin rumbo alguno, cambio de posición
para ver si entre codo y codo, logro evitarlas.

Interrumpen mis viajes oníricos destellantes
que sin mérito alguno se atreven a aconsejarme
y pedirme, hasta obligarme
 que despierte, y de una vez,
 firme con mi mano, reciba una de ellas.

Pero no me atrevo, y conservo la calma
respiro profundo mientras cambio de sueño
a uno que me permita fluir sin rozar
y olvidarme que sobre mi y bajo tu recuerdo
cuelgan, caen y me tocan aquellas lianas.

Babeantes cuerdas mutiladas por la realidad
recuerden en su insana existencia, llena de osadías,
que no volverán a tocar restos de vigilia imaginación
ni sueños inundados de resignación.

Pueden colgar las horas que quieran
y tapar las luces de una vela
pero jamás podrán en su corto porvenir
volver a quebrar la tranquilidad
que esta noche me acecha…

                                                                                             …y las que quedan, tal vez.


Federico Paz

No hay comentarios:

Publicar un comentario